viernes, 14 de septiembre de 2007

LA GIRA DEL CONDE POR LA PATAGONIA

Entre el jueves 2 y el domingo 5 de septiembre, Alberto Laiseca hizo lo conocido y lo desconocido, lo esperable y lo inesperado, dejando catalépticas a las ciudades de Trelew y Puerto Madryn.

El cometido principal de la invitación al Conde a la Patagonia fue la presentación del tercer número de la Colección Patagonia Ficción, dirigida por Hernán Bergara y producida por la editorial Tela de Rayón, que posibilitó todas las actividades que se desarrollaron en la zona, incluidas la invitación a Puerto Madryn y su participación en la 6ta Ferifiesta del libro y la lectura en Trelew.

El arribo de Alberto Laiseca al aeropuerto madrynense fue aprovechado por la iniciativa de José Figueras y Quemehuencho, quien entrevistó, en la sede de la Casa de la Cultura y cubierto televisivamente por Archivo Cultural, al Conde durante dos horas a sala llena.

Esa misma noche, ya en la ciudad de Trelew, a sesenta kilómetros de Puerto Madryn, Laiseca deslumbró a todos los presentes, que se apiñaron en el hall central del Colegio Nº 714, sede de la 6ta Ferifiesta del libro y la lectura, para presenciar un acontecimiento: el relato del cuento “La caída de la casa Usher”, de Edgar Allan Poe. Cuarenta hipnóticos minutos retuvieron al público más heterogéneo, desde público habitué de los encuentros culturales hasta adolescentes y estudiantes universitarios. Ni siquiera el mismísimo Miguel Rep, otro de los invitados de honor en la Ferifiesta, pudo sustraerse a la acción. La ovación final fue atípicamente extensa. Allí, sin dudas, hubo un mensaje y una intención, que el Conde leyó adecuadamente, con una felicidad infantil y una gratitud a la altura de la respuesta del público.

El viernes fue una jornada histórica para el proyecto editorial de la Tela de Rayón (más información en: http://www.teladerayon.com/Catalogo.aspx). En el auditorio del diario Jornada, y después de brindar una entrevista exclusiva para Canal 3 Antaxus, se llevó a cabo una verdadera e irónica “noche de gala” para la presentación del tercer número de la Colección Patagonia Ficción, que reúne, en cada entrega, textos de distintos autores bajo temas particulares. Este número, que incluyó a Laiseca, reunió textos porno-eróticos. La presentación constó de la lectura de fragmentos del Manual sadomasoporno por parte del Monstruo, dramatizada por la audaz interpretación corporal de la bailarina y actriz Irupé Barrera, quien, con medias de red y látigo, entabló una simbiosis entre texto y representación que resultó revolucionario dentro de ese género en ocasiones harto solemne como lo es el de la presentación de libros. La escenografía estuvo a cargo de Gustavo Pérez con la participación especial de obras de la escultora Silvia Solís. De fondo, música de Wagner y una proyección de películas de Bettie Page y afines. La representación, inédita incluso para el propio Conde, abarrotó el auditorio y estuvo seguida de canapés porno (fálicos, culáceos, tetuzcos).

El sábado, invitado por el Centro de Estudiantes de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (conducido por FUICH) y por Delegación Zonal, con el Mg. Pablo Blanco al frente, Laiseca leyó, en el comedor universitario Luis Yllana, el relato inédito “Se la comió el sapo”, lectura que fue seguida por una charla abierta en la que hubo altísima participación de los concurrentes, y en la que, sobre el cierre, se sortearon cuatro ejemplares de Colección Patagonia Ficción firmados por el propio Conde, además de donarse dos ejemplares más, uno la biblioteca de la Universidad y el otro a la biblioteca del asentamiento trelewense Dignidad, ejemplo vivo de resistencia popular frente a los abusos y a la indiferencia flagrante de las autoridades municipales y provinciales.

Movilizante, inolvidable paso del Monstruo más bueno que nos ha dado la literatura argentina. Un Monstruo colmado, hasta el borde, de amor y responsabilidad. Y, sin que quepa ninguna duda, uno de los más grandes escritores que nos han dado jamás nuestras letras, y que espera, realista, no delirante, el reconocimiento que merece. La Patagonia le pide que se repita, y deja bien abierta, para su retorno, la puerta del viento.