martes, 30 de agosto de 2011

Hoy en La Voz del Interior

Alberto Laiseca, experto en miedos

Alberto Laiseca viene a hacer una de las cosas que mejor le salen: leer cuentos de terror. La cita con el destacado escritor es el jueves, en la presentación de “Ciudad X”.

Por Javier Mattio
Las sombras, el bigote, el humo tenebroso del cigarrillo y el relato que avanza inclemente, sin efectismos ni sobrecargas: eran mínimos los recursos de los que se servía Cuentos de terror, el ciclo en I.sat que protagonizaba Alberto Laiseca, para cautivar al espectador. Aunque su obra literaria ya era profusa, el programa televisivo sirvió para proyectar la curiosa figura del escritor argentino hacia un público diverso, desplazamiento audiovisual que coronó con su papel genial y balbuceante en la película El artista.

Este jueves, como si se tratara de un singular bonus-track de Cuentos de terror, Laiseca vendrá a narrar en vivo y en directo al Centro Cultural España Córdoba (Entre Ríos 40) una de sus ficciones de horror favoritas, acompañando la presentación de Ciudad X.

Y no hay dudas de que hay algo primitivo y visceral en ese arte de “contar un cuento”, práctica que trasciende la lectura y la escritura para desplazarse hacia terrenos más “teatrales”, sin abandonar el hechizo hipnótico que despierta cualquier narración; más aún si ese relato es La caída de la casa Usher, de Edgar Allan Poe. “Es una obra maestra –opina Laiseca–. Es la mejor de las obras de Poe, a pesar de que él creía que Ligeia ocupaba ese lugar”.

Si bien el imaginario del terror ha ido renovando sus pesadillas decimonónicas, Laiseca advierte que el género siempre acusó un aura universal: “Yo admiro muchísimo a Stephen King, él es moderno, contemporáneo, pero el terror es siempre clásico. El Resplandor transcurre en una casa encantada, el Overlook Hotel, y tiene los mismos lineamientos de cuando se contaban historias sobrenaturales sin saber leer ni escribir, alrededor de la fogata. El terror es un regreso a las fuentes, al susto primigenio”, comprueba.

¿Y qué hay de su alter ego, el Conde Laisek? ¿Ayudó a cimentar una imagen oscura de Laiseca? “Yo embromo diciendo que soy el Conde Laisek, es parte de la imagen, del cartel –dice–. Soy un tipo sencillo, no me gusta hacer sufrir a la gente ni que me hagan sufrir, a pesar de haber escrito El manual sadomasoporno. Eso fue más bien un juego,Tal devoción por lo lúdico es lo que lleva a Laiseca a ser autor y actor, sin filtros ni afanes “experimentales”. “No hay ninguna contradicción en ser ambas cosas –opina–, yo siempre he dicho que si el escritor es bueno, es actor aunque no lo sepa. Es actor en sus personajes, al escribirlos. De la literatura a la actuación hay un paso muy cortito. Hay que animarse a darlo, nada más”.

Una larga historia
Aparte de sus recientes incursiones extraliterarias, Laiseca es un emblema de culto gracias a su monumental novela Los Soria, descubierta y apadrinada en su momento por Fogwill, César Aira y Ricardo Piglia. Fue gracias a ellos, dice Laiseca, que el libro (y el mito) se puso en marcha.

Hoy, la novela brilla como una solitaria hazaña maximalista, en tiempos en que la narrativa argentina se torna cada vez más breve. ¿Tiene su autor explicación para ese fenómeno de compresión textual? “Tal vez por la ausencia de lectores”, aventura. Y se explaya: “Hoy, ya sea por el uso de Internet o por los juegos electrónicos, los pibes, que son nuestros herederos, leen cada vez menos, y eso es preocupante para el arte y la imaginación”.

“Los escritores se desaniman y tratan de escribir cosas cortas”, sigue. “Pero se equivocan. Las novelas tienen que tener el tamaño que deben tener. Si usted tiene una cosmovisión, sin duda va a necesitar muchas páginas para expresarla. ¿Por qué cree que escribí una novela de 1.300 páginas? No podía desarrollarla con menos. Hoy, mucha gente carece de una cosmovisión”.

Laiseca acude a esa sabiduría de largo aliento para brindar sus talleres, de los que han surgido nuevos nombres que él reivindica: “Hay gente muy excepcional que ha salido de ellos, como Leonardo Oyola, Alejandra Zina o Selva Almada, a quien le presenté Una chica de provincias”.

–¿De dónde sale su vocación por la literatura “bastarda”?
–Leyéndola cuando era chico, advertí que en esa literatura bastarda había mil cosas geniales. Pero también he escrito novelas clásicas como la mujer en la muralla o La hija de Keops o Las cuatro torres de Babel. Los Soria sería una mezcla entre lo clásico y el rescate de lo bastardo.

–¿Qué rol cumple la historieta en esa “mezcla”?
–La historieta ha tenido una importancia enorme en mi vida. Cuando era chico leía algunas completamente delirantes, como Ocalito y Tumbita, que salían en la vieja Billiken, en la época en que la fundó Constancio C. Vigil. Era sobre unas ratitas que estaban en los zócalos y vivían aventuras que no tenían nada que ver con las historias que pasaban arriba, entre los hombres.

–¿A qué se dedica en estos días?
–A ganarme el peso. Mi novela sobre la guerra de Vietnam está detenida hace mil años, desde la baja Edad Media. No la puedo escribir por falta de tiempo, eso me tiene mal. Cada vez las cosas están más caras, y hay que trabajar el doble para ganar la mitad. Eso jode a la literatura.

–Usted se crió en Camilo Aldao, en Córdoba. ¿Tiene vínculos con el lugar?
–Sí, estuve hace poco. Es un pueblito de 5.000 habitantes al sudeste de la provincia, lo adoro. No es un lugar turístico, así que a nadie le recomiendo que vaya, porque ni siquiera tenemos hotel. De todos modos, la mayor parte de mi vida la viví en Buenos Aires.

domingo, 28 de agosto de 2011

Terror en Córdoba



El jueves 1 de setiembre, a las 19.30, Alberto Laiseca y sus cuentos de terror en vivo. En la ciudad de Córdoba [Entre Ríos 40], con entrada libre y gratuita.

martes, 23 de agosto de 2011

Monstruo suelto en Morón


Este viernes 26 de agosto, a las 19.30, Alberto Laiseca participará del Festival junto a la escritora Florencia Abbate. Concejo Deliberante, Alte. Brown 910, Morón.